Decidimos dejar por fin el pais de la gente alocada, las avenidas caoticas y el budismo mas jebi que jamas hayamos presenciado...

...y solo conseguimos irnos pa los laos. Pero como nuestro objetivo era irnos solo a uno y muy concreto, frustrados por este temerario intento, optamos nuevamente por el tradicional metodo conocido como "el bus local". Uno de esos que paran mil y una veces, sin otro aire acondicionado que las ventanillas bajadas o inexistentes, los amortiguadores mas flojos que los muelles del somier de una pension, la musica atronando como en un dulce suenho de Chimo Bayo e infinitos vendedores aderezando el ambiente con su griterio y el olor de la comida local con la que deleitan a los pasajeros.
...sufriendo los efectos del fuerte contraste entre los dos paises vecinos, el caos de Vietnam y la tranquilidad que envuelve todo en Lao. Lleno de templos budistas...
Y poco mas que hacer excepto ir a ver el emblematico icono de la ciudad "el ninho que pide agua" (ironico ya que se encuentra a orillas del rio, aunque con esto del avance nos hemos vuelto muy senhoritos y ya solo la queremos en botella)...
...antes de tomar un nuevo autobus, ya que no nos fiabamos de nuestra pericia al volante de uno de estos cacharros que por aqui llaman tuk tuk (no sabemos si por el sonido del escape al dar gas o por el continuo traqueteo)...
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