Se precia Hoi An de ser uno de los lugares de Vietnam menos castigados por la guerra, donde se pueden ver detalles de la vida tradiccional del pais, farolillos...
...las calles...
...y a la gente aun ganandose la vida en ellas, aunque en vez de pescar peces como antanho, se van adaptando a los tiempos, saltandose el paso del mercado y pescando directamente el producto final.
Un buen lugar para relajarte con un buen cafe vietnamita...
...y una buena comida como los rollitos ikea o haztelo tu mismo...
...que ya va siendo hora de cultivar el flotador, tan necesario para evitar percances innecesarios, ya que nos gustaria acabar este viaje haciendo un poquito de playa. Llenos de energia, agarramos un jeep para ver las ruinas de My Son (acordaros si alguna vez pasais por aqui que se pronuncia Mi Son, no vayais a despertar las iras del guia adaptando la pronunciacio al ingles).
Una vez alli el guia nos proporciono toda la informacion necesaria sobre el lugar, despertando las risas del personal cada vez que una palabra terminaba en "o" por dejar la boca durante varios segundos como si fuera uno de esos artilugios con forma de persona que utilizan mucha gente para sus pasiones mas ocultas.
Dijo que era como Angkor en Cambodia pero en chiquitito, y verdad no le faltaba. Por el estilo de construccion se da un aire, o mas bien una brisilla...
...y en lo de pequenho, aciertan de plano. Es como comparar el Himalaya con una de esas chinas que se te meten en el zapato, que aunque molesta lo suyo, no deja de ser una insignificante piedrita. El sitio estaba plagado de Shiva Linga...
...e infinidad de estatuas decapitadas, segun dijeron, por los franceses que se llevaron las cabezas para sus museos...
...y no es de extranhar, siendo ellos lo inventores de la sublime guillotina de la que ya hablamos en su momento. Pero ya se encargan ellos de reponer lo perdido...
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