Sin ni siquiera llevar un día en
la interesante Arusha, y preguntándonos cual sería nuestro próximo destino, no
podíamos ignorar las señales que, de la manera más extraña, se cruzaban a todas
horas del día en nuestro camino. En el mal despertar…
A lo largo del día…
E incluso en las horas nocturnas
de asueto…
Así pues, apelando a nuestra ya
habitual inconsciencia decidimos agarrar mochila y encaminarnos al mal llamado
techo de África (según nuestra iletrada opinión, es el suelo más alto del
continente). El tantas veces inmortalizado Kilimanjaro. Lo avistamos por
primera vez de camino a Moshi, asomándose imponente por encima de las nubes,
mirándonos directamente a los ojos como diciendo: “pero donde creéis que vais
cervatillos”. Y recordamos las palabras que lo inmortalizaron hace ya casi 80
años: “Ancho como el mundo entero, grandioso, alto e increíblemente blanco bajo
el sol” (traducción libre del autor). Y si, lo reconocemos, lo hemos copiado de
la guía. No hemos leído el libro. Ni siquiera recordamos haber visto la
película.
Dia I: Machame Gate (1.800m) / Machame Camp (3.000m)
Salimos desde la puerta Machame,
que da nombre a la ruta que supuestamente nos llevara a la cumbre del coloso
(aunque no las tenemos todas con nosotros) y que a su vez lo toma del pueblo
que da acceso a esta entrada del parque.
Nuestro guía se llama Jon (sin
hache), lo cual nos genera cierta desconfianza de entrada viendo los nombres
con aspecto salvador de otros guías que cubren la ruta.
Decidimos darle un voto de
confianza y arropados por lo que consideramos mucho porteador para tan poco
montañero (si es que se nos puede calificar de tal) comenzamos a caminar.
La ruta transcurre por un
tranquilo sendero rodeado de bosque tropical…
…con todo lo que ello conlleva:
mucha vegetación, niebla y las entrañables “hojascongotitas”…
…que poco a poco va perdiendo
exuberancia conforme va ganando altura. Y en esas estábamos cuando llegamos a
nuestra primera parada: Machame Hut. Donde por primera vez tomamos conciencia
de lo que será nuestro hogar por los próximos 5 días. Unas maravillosas
habitaciones privadas con vistas a la montaña…
…salón comedor común…
…y baño de alicatado natural donde
asearnos al final de cada día.
Dia II: Machame Camp (3.000m) / Shira Cave
Camp (3.750m)
Suena el despertador…
Y nos disponemos a comenzar el
segundo día de ruta con el monte Meru de fondo…
…Y el Kilimanjaro al frente.
Un paseo tranquilo hasta llegar
al Shira Cave Camp, con mucho más caché que el Machame Hut de la pasada noche.
El baño sigue siendo una caseta maloliente con un apestoso agujero en el suelo,
perooooo!!! Aquí tenemos helipuertooo!!! No sabemos exactamente para que, ya
que en caso de emergencia el helicóptero ha de venir desde Kenia, lo que no
parece favorecer una rápida acción de rescate, pero el caso es que ahí está, y
no pide pan.
Pensábamos pernoctar en una de
las cuevas, mucho más bucólico que las ya citadas tiendas, pero un cartel nos
alerto de la prohibición de hacerlo.
Nos acostamos preguntándonos que
pasaría si hubiéramos plantado las tiendas dentro de la cueva, ¿vacío legal?,
preferimos no comprobarlo y tener sobresaltos nocturnos. Hasta mañana…
Dia III: Shira Cave Camp (3.750m) / Lava Tower (4.650m) / Barranco (3.940m)
Suena de nuevo el despertador…
…y partimos hacia el siguiente
campamento acercándonos peligrosamente a nuestro objetivo.
La flora prácticamente ha
desaparecido, excepto unas florecillas que parecen de plástico (ideales para un
centro de mesa imperecedero… o no)…
…y los cautivadores senecios
gigantes del Kilimanjaro…
…que cada vez son más numerosos…
…según nos acercamos al campamento donde hemos
de pasar la siguiente noche.
Dia IV: Barranco (3.940m) / Barafu Camp (4.600m)
El nombre de este campamento
donde amanecemos no es casual, aunque extraña que sea en castellano. El caso es
que hemos de encarar de buena mañana el temido barranco. O, lo que
coloquialmente se conoce como el desayuno (cabroneeesss!!!).
Finalmente no resulta ser tan
duro como parecía y conseguimos llegar a la cima sin demasiados problemas (no
sin antes adelantar al montañero piano, pero eso es una historia que reservamos
para crónicas privadas).
Dejamos atrás recolectores de una
especie de polvo blanco encaramados a las rocas, que nos cuentan sirve para
hacer bien la digestión. Lo cual no nos creemos, pero nos va a dar igual
creerlo o no, ahí están y ahí seguirán ajenos a nosotros.
Y pasamos por algunas muestras de
arte pertenecientes al microlitismo (corriente contrapuesta o derivada del
megalitismo prehistórico).
Hasta llegar al campo base (Barafu Camp)…
…desde donde, en unas horas,
comenzaremos la ascensión, si las fuerzas y la altitud lo permiten, hasta la
cima.
Dia V: Barafu Camp (4.600m) / Uhuru Peak (5.895m) / High Camp (3.800m)
0:00 horas u hora de la verdad.
Comenzamos la ascensión a la luz de la luna llena, más benevolente con los ojos
que con el sensor de la cámara.
-20 grados y 7 horas nos separan
del Stella Point. Allí alcanzamos el cráter, desde donde vemos amanecer.
Foto grupal con la cima al fondo
a la derecha…
…y salimos zumbando a hollar la
cumbre, que no está la altitud para bromas. No sin antes pararnos para admirar
las nieves no tan eternas del Kilimanjaro (se estima que desaparecerán para el
2020, una pena).
Y por fin el Uhuru Peak, el punto
más alto del continente africano.
La anécdota de la ascensión es
que nos encontramos en la cumbre a Txaro y Carlos, unos amigos de Gasteiz, que
conocimos casualmente el año pasado en la cumbre del Toubkal en Marruecos,
increibleee!!!
Alegría doble y descenso hasta el último campamento donde el vino y el konyagi (una especie de ginebra tanzana) fueron testigos partícipes de nuestra celebración.
Alegría doble y descenso hasta el último campamento donde el vino y el konyagi (una especie de ginebra tanzana) fueron testigos partícipes de nuestra celebración.
Dia VI: High Camp (3.800m) / Mweka Gate (1.640m)
Ultimo día. Nos despedimos
melancólicamente del gigante…
…y alcanzamos tras varias horas
de descenso Mweka Gate, donde nos hacen entrega de un diploma que a estas
alturas ya importa poco, aunque lo guardaremos como un recuerdo más de estos 6
increíbles días que hemos pasado en compañía de los muchachos, y de Patri y
Juangui…
…con los que esperamos coincidir
en alguna otra ocasión…
Hasta la próxima, txau...