martes, 9 de septiembre de 2014

Kilimanjaro (Tanzania)

Sin ni siquiera llevar un día en la interesante Arusha, y preguntándonos cual sería nuestro próximo destino, no podíamos ignorar las señales que, de la manera más extraña, se cruzaban a todas horas del día en nuestro camino. En el mal despertar…


A lo largo del día…


E incluso en las horas nocturnas de asueto…


Así pues, apelando a nuestra ya habitual inconsciencia decidimos agarrar mochila y encaminarnos al mal llamado techo de África (según nuestra iletrada opinión, es el suelo más alto del continente). El tantas veces inmortalizado Kilimanjaro. Lo avistamos por primera vez de camino a Moshi, asomándose imponente por encima de las nubes, mirándonos directamente a los ojos como diciendo: “pero donde creéis que vais cervatillos”. Y recordamos las palabras que lo inmortalizaron hace ya casi 80 años: “Ancho como el mundo entero, grandioso, alto e increíblemente blanco bajo el sol” (traducción libre del autor). Y si, lo reconocemos, lo hemos copiado de la guía. No hemos leído el libro. Ni siquiera recordamos haber visto la película.




Dia I: Machame Gate (1.800m) / Machame Camp (3.000m)

Salimos desde la puerta Machame, que da nombre a la ruta que supuestamente nos llevara a la cumbre del coloso (aunque no las tenemos todas con nosotros) y que a su vez lo toma del pueblo que da acceso a esta entrada del parque.


Nuestro guía se llama Jon (sin hache), lo cual nos genera cierta desconfianza de entrada viendo los nombres con aspecto salvador de otros guías que cubren la ruta.


Decidimos darle un voto de confianza y arropados por lo que consideramos mucho porteador para tan poco montañero (si es que se nos puede calificar de tal) comenzamos a caminar.


La ruta transcurre por un tranquilo sendero rodeado de bosque tropical…


…con todo lo que ello conlleva: mucha vegetación, niebla y las entrañables “hojascongotitas”…


…que poco a poco va perdiendo exuberancia conforme va ganando altura. Y en esas estábamos cuando llegamos a nuestra primera parada: Machame Hut. Donde por primera vez tomamos conciencia de lo que será nuestro hogar por los próximos 5 días. Unas maravillosas habitaciones privadas con vistas a la montaña…


…salón comedor común…


…y baño de alicatado natural donde asearnos al final de cada día.




Dia II: Machame Camp (3.000m) / Shira Cave Camp (3.750m)

Suena el despertador…


Y nos disponemos a comenzar el segundo día de ruta con el monte Meru de fondo…


…Y el Kilimanjaro al frente.


Un paseo tranquilo hasta llegar al Shira Cave Camp, con mucho más caché que el Machame Hut de la pasada noche. El baño sigue siendo una caseta maloliente con un apestoso agujero en el suelo, perooooo!!! Aquí tenemos helipuertooo!!! No sabemos exactamente para que, ya que en caso de emergencia el helicóptero ha de venir desde Kenia, lo que no parece favorecer una rápida acción de rescate, pero el caso es que ahí está, y no pide pan.


Pensábamos pernoctar en una de las cuevas, mucho más bucólico que las ya citadas tiendas, pero un cartel nos alerto de la prohibición de hacerlo.


Nos acostamos preguntándonos que pasaría si hubiéramos plantado las tiendas dentro de la cueva, ¿vacío legal?, preferimos no comprobarlo y tener sobresaltos nocturnos. Hasta mañana…


Dia III: Shira Cave Camp (3.750m) / Lava Tower (4.650m) / Barranco (3.940m)

Suena de nuevo el despertador…


…y partimos hacia el siguiente campamento acercándonos peligrosamente a nuestro objetivo.


La flora prácticamente ha desaparecido, excepto unas florecillas que parecen de plástico (ideales para un centro de mesa imperecedero… o no)…


…y los cautivadores senecios gigantes del Kilimanjaro…


…que cada vez son más numerosos…


 …según nos acercamos al campamento donde hemos de pasar la siguiente noche.



Dia IV: Barranco (3.940m) / Barafu Camp (4.600m)

El nombre de este campamento donde amanecemos no es casual, aunque extraña que sea en castellano. El caso es que hemos de encarar de buena mañana el temido barranco. O, lo que coloquialmente se conoce como el desayuno (cabroneeesss!!!).


Finalmente no resulta ser tan duro como parecía y conseguimos llegar a la cima sin demasiados problemas (no sin antes adelantar al montañero piano, pero eso es una historia que reservamos para crónicas privadas).


Dejamos atrás recolectores de una especie de polvo blanco encaramados a las rocas, que nos cuentan sirve para hacer bien la digestión. Lo cual no nos creemos, pero nos va a dar igual creerlo o no, ahí están y ahí seguirán ajenos a nosotros.


Y pasamos por algunas muestras de arte pertenecientes al microlitismo (corriente contrapuesta o derivada del megalitismo prehistórico).


Hasta llegar al campo base (Barafu Camp)…


…desde donde, en unas horas, comenzaremos la ascensión, si las fuerzas y la altitud lo permiten, hasta la cima.


Dia V: Barafu Camp (4.600m) / Uhuru Peak (5.895m) / High Camp (3.800m)

0:00 horas u hora de la verdad. Comenzamos la ascensión a la luz de la luna llena, más benevolente con los ojos que con el sensor de la cámara. 


-20 grados y 7 horas nos separan del Stella Point. Allí alcanzamos el cráter, desde donde vemos  amanecer.


Foto grupal con la cima al fondo a la derecha…


…y salimos zumbando a hollar la cumbre, que no está la altitud para bromas. No sin antes pararnos para admirar las nieves no tan eternas del Kilimanjaro (se estima que desaparecerán para el 2020, una pena).


Y por fin el Uhuru Peak, el punto más alto del continente africano.


La anécdota de la ascensión es que nos encontramos en la cumbre a Txaro y Carlos, unos amigos de Gasteiz, que conocimos casualmente el año pasado en la cumbre del Toubkal en Marruecos, increibleee!!!


Alegría doble y descenso hasta el último campamento donde el vino y el konyagi (una especie de ginebra tanzana) fueron testigos partícipes de nuestra celebración.



Dia VI: High Camp (3.800m) / Mweka Gate (1.640m)

Ultimo día. Nos despedimos melancólicamente del gigante…



…y alcanzamos tras varias horas de descenso Mweka Gate, donde nos hacen entrega de un diploma que a estas alturas ya importa poco, aunque lo guardaremos como un recuerdo más de estos 6 increíbles días que hemos pasado en compañía de los muchachos, y de Patri y Juangui…


…con los que esperamos coincidir en alguna otra ocasión…




Hasta la próxima, txau...

jueves, 28 de agosto de 2014

Nairobi (Kenya)


Llegamos a Nairobbery, como llaman algunos a la capital de Kenya, pensando que deberíamos haber ido a Cuba, por eso de que si los de Kenia son keniatas, los de Cuba… (no hemos podido remediar el chiste malo). Nos sorprendió el gran recibimiento teniendo en cuenta que no creíamos haber avisado…



Hasta que nos dimos cuenta que no era por nosotros. Ni siquiera aparecían nuestros nombres en un mísero cartel. Y no sería porque no hubiese…



Desalentados nos dispusimos a buscar un lugar donde pasar la noche hasta que llegara nuestro autobús mañanero para llevarnos a nuestro próximo destino. Y como no todo podía salir mal, encontramos una maravillosa suite donde reposar por la voluntad…



Colocamos la ropa en el armario...



Preparamos los catres…



Y nos entregamos a un placentero sueño con la seguridad de quien se siente protegido por un kit de resurrección…



Por la mañana, en perfecta forma, después de dormir en tan confortable estancia, decidimos abandonar esta maravillosa ciudad llena de contrastes. Una ciudad donde los Dalla Dalla (furgonetas colectivas de transporte urbano) y demás buses inundan las calles de un humo negro irrespirable...



...perooo… no dejan fumar en la calle para no ahumar al resto de viandantes.




Hasta la próxima, nos vemos en…



Txau.


martes, 29 de julio de 2014

El Regreso

Han pasado ya tres años y algunas lunas desde que prometimos en boca de unos monjes, desde lo alto de una pagoda, que seguiríamos desgastando suela.


Y bien saben nuestras botas que lo hemos hecho. Aunque cierto es, que no con la frecuencia con la que nos hubiera gustado. Lo que ya no teníamos tan claro es si publicar, o dejar el blog como quedó.

Pues bien, después de mucho sopesar si haceros esto o no, hemos decidido que para que deciros que no, si, siii. Ha llegado el momento de volver a escribir. Comenzaremos con una mezcolanza de viejos y nuevos viajes. Y más adelante... pues... ya veremos. Seguiremos improvisando como siempre.



Lo dicho, nos alegramos de estar de nuevo con vosotros, y esperamos que sea recíproco, aunque nos cueste creerlo. Txauuu!!!