Lago Inle

Llegamos al Lago Inle a conocer a sus gentes y su modo de vida flotante. Viven flotando en sus pueblos flotantes…

…cultivando en jardines flotantes…

…que ellos mismos fabrican a base de mezclar lodo flotante…

…con hierbajos flotantes…

…creando estas islas flotantes…

…que transpotan flotando…

…para su posterior cultivo y cuidados a cargo de jardineros flotantes…

…con sus chanclas flotantes ( a ver, si no, como van a caminar por el agua mientras trabajan)…

…en estas huertas en las que se obtienen los celebérrimos tomates flotantes.

Y asi pasabamos los dias ajenos a todo mal…

…disfrutando de la tranquilidad que siempre brindan los lagos…

…los pescadores…

…que reman con el pie (esto no es del todo cierto, remar, lo que se dice remar, reman con el remo, pero nos referimos a que lo mueven con la pierna)…

…y que batean el agua con largos palos para atraer al pescado.

Cuando fuimos testigos de un “rimeik” de los pajaros del gran Alfredo Galloatado (trad. libre) que mal acostumbradas por la mano del turista acosan las barcas en busca de ofrendas gastronómicas…

…con el peligro que ello conlleva, ser convertido en Gandalf el Blanco, y aunque la verdad es que cualquiera que haya visto la película puede ver que a el le vino bien el cambio, no creemos que a base de cagadas de gaviotas sea la forma mas adecuada de ejecutarlo.

Asi pues, decidimos con pena, pero primando nuestra seguridad, dejar este pais de gentes increíbles y coloridos paisajes…

…y fijar nuestro próximo destino en alguna isla perdida y paradisíaca en la Tierra de los Thai, hasta la próxima, txau.