Creemos haberos hablado ya de la tranquilidad que se respira en este pais. Parece ser que lo de las ciudades y puelos fantasmas se ha convertido ya en la tonica habitual en Lao. Y no nos referimos a los fantasmas de sabado noche que todos conocemos, si no a los que no se ven, porque aun en ausencia de personas la cosa parece que sigue funcionando. Hay tiendas, retaurantes y ruinas que visitar como las de Champasak...
...donde todos...
...absolutamente todos...
...nos quedamos con cara de circunstancias al observar sus ingenios...
...sus tallas en piedra...
...sus pavimentos bucolicos aunque poco ortodoxos...
...sin olvidar su aterradora fauna de pogonas...
...y mariposas...
...y su flora simbolo del pais.
Alli pudimos degustar los deliciosos y ancestrales bizcochos de patata y coco (sabemos que suena raro pero estaba delicioso), de nombre autoctono, bizcocho de patata y coco (no fuimos capaces de que nos dijeran su nombre local aunque damos fe que lo intentamos con insistencia)...
...que gracias a nuestra intuicion innata en temas arqueologicos y las sospechas generadas despues de ver las cocinas modernas...
...dedujimos hacian en la antiguedad en esta habilmente tallada piedra, o no.
Lo unico malo fue el sofocante calor, hasta a los budas...
...que no gozaban de buena sombra, les colocaban una sombrilla para evitar insolaciones.
Y es que ser Buda tiene que ser bueno...
...aparte de librarte del Samsara, e ir directamente al Nirvana (no al que huele como a un espiritu adolescente), tienes de por vida comida, alcohol, cigarrillos y bebidas energeticas, que mas se puede pedir!!!
Y aunque la devocion esta bien y por supuesto la respetamos al maximo, hemos deducido que con semejantes ofrendas no les debe quedar mucho para ellos, y la falta de fuerzas, suponemos, sera la causa de la eterna tranquilidad de este increible pais, txau.
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