viernes, 26 de febrero de 2010

Chaitén (Chile)


Cuando llegas después de horas y horas de mala carretera, hacinado en un supuesto autobús, a un lugar del que no esperas nada más interesante que ducharte, cenar, dormir y salir zumbando a cualquier otro sitio al dia siguiente, no prestas demasiada atención al entorno a través de la ventanilla, simplemente esperas con ansiedad el momento de bajar del autobús y estirar el cuerpo de acordeón que se te ha quedado.

Pero Chaitén es diferente, desde el primer momento sientes que hay algo que no cuadra, demasiadas casas y poca vida. Las calles sucias, como cubiertas de un barro ceniciento. Poco a poco te vas fijando más allá de la calle que transitas y descubres a tu alrededor casas arrancadas de los cimientos, otras enterradas hasta el techo, y pareces haberte colado en el decorado de la última película de algún director de "Jollibú", de esas catastróficas que tanto gustan ahora al personal.

Pero esta historia no estuvo nunca en cartelera, sino en el apartado de sucesos de prensa y televisión. Hace dos años tras la erupción del volcán Chaitén, un cúmulo de circunstancias hizo que un río cercano, arrastrando todo lo que encontraba al paso, cambiara su curso y arrasara el pueblo partiéndolo por la mitad y anegándolo por completo de ceniza.

Actualmente solo hay unas pocas calles desenterradas, no hay agua potable, la luz es a través de generadores y las provisiones escasean. Solo han regresado el 10% de la población, otros lo están intentando (y te cuentan con nostalgia que su casa estaba ubicada en el actual cauce del río), los más, solo prometen...


...pero nunca más se supo. En fin, el ambiente del pueblo y el carácter de la gente han quedado impregnados de una irónica resignación que va a costar mucho tiempo sacarla del dia a dia. Asi estan las cosas...














Lo mejor, el asado que hicimos en la playa...

...para no perder la costumbre, txau.

No hay comentarios: