
Recorrer el tramo patagonico entre el Chalten y Perito Moreno (ciudad) por la ruta 40 puede resultar una de las experiencias mas duras e inolvidables. Enormes extensiones de tierra semideserticas, sin mas vegetacion que el coiron (pasto) y algun solitario pueblo de cuatro calles cada muchos kilometros, donde poder repostar, son la tonica del viaje. A todo esto hay que sumar el avance tedioso y lento debido al mal estado del piso que salvo en honrosos y pequeños tramos es todo ripio, bancos de arena y piedra, que dificultan mucho la conduccion. Ademas esta plagada de obras, para una supuesta mejora que nunca llega, con desvios en mejor estado que la propia carretera, comprobad vosotros mismos...
Carretera
Desvio
Lo mas absurdo es la cantidad de pavimento asfaltado que te acompaña en paralelo durante gran parte del viaje, el cual, por alguna extraña razon no puedes utilizar, viendote obligado a seguir tu pesado avance por el ripio, salivando como perro, deseando pegar un volantazo, saltarte las indicaciones y que salga el sol por Antequera.
Aqui nos teneis capeando el temporal con un poco de guitarreo...
Asi, ente coche y coche, con chilenos...
...y churrasco gracias a esta familia que nos acogio en su casa.
De ahi pasamos a Chile, agarrando la Carretera Austral. El mismo perro con distinto collar. Aqui el paisaje es mas verde, y el resto mas de lo mismo.
Asi, despues de muchos dias de quedarnos colgados en pueblos perdidos...
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