jueves, 22 de abril de 2010

Lima

Punto de inflexión en nuestro recorrido panamericano del Perú. Llegar a la capital en carro nos permitió ver un lado menos amable de la ciudad, que el que habitualmente se muestra al turista.
Recién entrados, deambulando por una barriada, presenciamos el robo bastante violento de un bolso, no sabemos si fue a modo de bonita bienvenida, o una buena advertencia. El resto de la estancia fue tranquila y breve, como era de esperar en una ciudad que tampoco nos llamó mucho la atención. Hicimos lo que se hace en las grandes ciudades, visitar los sitios turísticos más llamativos, la plaza de Armas con su omnipresente catedral…


…y las habituales catacumbas en toda ciudad que se precie.

Ya con los deberes hechos, fuimos a llamar a la familia, pero nos dejamos las gafas en casa, y no había quien viera los números al marcar...


...así que cambio de planes, nos fuimos a ver a unos amigos al museo afroperuano...



...donde haciendo caso de los avisos (ya sabeis que nos gusta ser obedientes), comenzamos a martirizar al resto de asistentes con nuestras mejores rolas de percutas profesionales...


...quedaron boquiabiertos (para bien o para mal)...



...y comenzaron a agobiarnos pidiendo autografos, asi que tuvimos que salir huyendo y perdernos entre la multitud de esta manifestación...


...donde fuimos arrestados, y nos colocaron el "sanbenito" inquisitorio (el gorro nos gustó, todo sea dicho)...


…intentamos normalizar nuestra situación, haciendo el ridículo en plena calle, improvisando una canción para el casting del nuevo anuncio de Telefónica en el Perú (estamos esperando que nos manden el video), pero ya nos habian fichado con semejante vestuario, y no creemos que acepten exconvictos en Tv, asi que nos vamos de esta ciudad para borrar nuestro pasado delictivo, que ya está empezando a pesar...

...no sin antes dejar ceniceros, jabones, toallas y demás que ya estaban bien acomodados en la maleta, una pena, txau.



Dudas razonables (IV): ¿Que tiene que ver la imagen, con el producto que publicita?, esto es lo que nos estuvimos preguntando durante dias, hasta que dimos con la solución a este enigma, NADA!!! Asi que la unica función posible es la de atraer la vista hacia el cartel, y apelar a la buena suerte, para que las letras capten posteriormente la atención del viandante. Suponemos que el profesional publicista (gran tiburón de los negocios, aunque algo incomprendido), elaboró este anuncio cuidadosamente, despues de hacer un exahustivo estudio de mercado, y comprendió que los únicos que llaman por telefono, o los que mas dinero se dejan, son los varones heterosexuales y las mujeres lesbianas. Por lo cual, enfocó su publicidad, directamente al objetivo deseado, con un certero zarpazo, que le habrá llenado los bolsillos, y estará disfrutando de su retiro anticipado en las bahamas, a cuerpo de rey. Eso, o se lo han cargado sus profesores, si es que, alguna vez los tuvo.



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