jueves, 14 de octubre de 2010

Muy alrededores de Guilin (Terrazas de Arroz)

Zona de minorias etnicas como os Yao...

...y los jebis...


...gente ingeniosa y perseverante que viendo la imposibilidad de cultivar en tan escarpado terreno, fue esculpiendo las montanhas con sus imposibles arrozales hasta conseguir una de las mejores vistas que te puede ofrecer el pais, incluso la camara nos pidio por una vez, ser ella, la que aparece en la foto, extasiada por tan delicado paisaje.

Lo unico malo, que para disfrutar de tan asombrosas vistas hay que ejercitar las piernas...

...para recorrer los caminos de montanhas que te llevan a los multiples miradores de nombre hortera que nada tiene que ver con lo que te vas a encontrar("siete estrellas con luna" y "nueve dragones y cinco tigres")...


...desde donde seguir observando los arrozales que a medida que va avanzano el dia, llegan a repetirse un poco (sin por ello perder demasiado encanto).

Cansados y con el hambre a punto de subyugar nuestra razon, tuvimos que buscar un retaurante. En el primero no conseguimos que nos atendieran, demasiada gente.

En el segundo no nos gusto la comida del menu.

Espejismos gastronomicos nos hacian ver comida en los mas insospechados lugares.


Lo que nos llevo, en el tercero, a pedir de forma irracional, sin calibrar correctamente la situacion. Rapidamente, nos sentimos el centro de atencion, y con los platos ya en la mesa, todas las miradas se tornaron hacia nosotros, dispuestos a echar un buen rato viendo a estos dos "laoguais" (guiris) hambrientos, pasarlas canutas comiendo torpemente con los famosos palillos. Pero el tiro, les salio por la culata, sus caras tornaron hacia el mas absolto asombro y respeto, al descubrir con admiracion nuestra natural destreza con el instrumento. Y es que han sido muchos anhos de entrenamiento a base de tapas para hacer el ridiculo a estas alturas.


Con el estomago lleno, y el pecho hechido de orgullo tapero, nos fuimos a echar un ultimo vistazo a los cansinos arrozales...


...antes de tomar camino, txau.

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