…evocadores paisajes (no sabemos que evocan, pero queda bien)…
…más espectaculares paisajes (sabemos que es el mismo sitio pero mirando hacia el otro lado, pero tenemos que sacar partido a la única caminata que nos atrevimos a hacer después que nos picara el bicho del caribe)…
...que decir de los baños al atardecer en la misma puerta…
…y todo esto, rodeados de un ambiente, donde la mano del turismo de masas aún no ha hecho mella…
…lo que permite, al no estar maleada la población indígena (los Wayuu), interactuar con ellos de una forma mucho mas natural, partidito de fútbol (cuando viajas es más útil saber de fútbol que idiomas)…
…fotos a petición de las propias personas (les encanta verse después en la cámara)...
…o de sus familias…
…no es que la madre se parezca a quien ya sabéis (aunque con unas operaciones)...
…simplemente la llamaron así. Aunque no lo creáis algunos, aquí la gente no conoce a tan ilustre personaje, y aun así viven, es más, incluso felices, es como para planteárselo. También disfrutamos de una partida de dominó local…
…a juzgar por el desorden de fichas y el agujero de la mesa, suponemos, que no se trata de hacer casar tus piezas, como en la versión más popular del juego, sino en golpear la mesa más fuerte que tus oponentes al depositarlas. Cambiando de tema, en uno de nuestros escasos paseos, descubrimos esta curiosa tienda…
…y viendo que tampoco en tan bucólico lugar, nos libramos de la sombra del omnipresente tiburón, tan temido por nuestra especie…
…nos encaminamos a nuestro siguiente destino, no sin antes enseñaros la ingeniosa, y a la vez ordinaria, lista de precios del baño de la estación de autobuses de Río Hacha…
…y de ofreceros una nueva entrega de nuestro mas laureado estudio de observación…
Dudas Razonables (VII): No vamos a desarrollar demasiado el tema, pero fijaros en esta señal de tráfico…
…creemos, sobra decir, que no es aconsejable adormilarse cuando se va al volante, ya que puede acarrear graves problemas para ti, y para los que están a tu alrededor. En otro país, quizá sobrara tan absurda prohibición, pero teniendo en cuenta el carácter caribeño, y viendo el ritmo de vida tan perezoso al cual induce, puede que no este de más advertirlo cada ciertos kilómetro. Y como nos hemos quedado mentalmente un poco congestionados después de tan trabajada disertación, nos vamos con una imagen bucólica y relajante...
...txau.
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