sábado, 4 de septiembre de 2010

Mongolia III (El desenlace)

Con todo el dolor de nuestro corazon y nuestro trasero, maltrecho despues de tan agresivo tratamiento, furgo, caballo, e incluso camello de los de dos jibas (no queremos imaginar si hubiera sido un dromedario)...

...llegamos de vuelta a la capital mongola, gracias a que nos cruzamos con el camion de repostaje justo cuando ya creiamos que ibamos a quedarnos tirados en medio de la omnipresente nada hasta el dia siguiente.


Con algo de tiempo por delante, y despues de recobrar de nuevo la fe en la humanidad en tan espiritual viaje, decidimos ir a alimentar nuestras almas al templo, y alegres nos encaminamos. Pero poco nos duro la euforia y el extasis mistico...


...una tienda de souvenirs en el templo? con los nieveles de creencia nuevamente a la altura del betun, decidimos no dar otra oportunidad a este mundo corrupto, podrido por el $ y resignados nos fuimos directamente al que reclamaban como el mercado negro mas grande de Asia.


No sabemos si el adjetivo del nombre es el resultante del abierto contrabando practicado en el, o de la suciedad acumulada en su interior. En cualquier caso, varias horas caminando por sus infinitos corredores, nos mostraron que no nos interesaban ninguno de los articulos ofertados. Siquiera las harto fashion aunque insufribles tradicionales botas eroticofestivas mongolas (ya sabeis que no comulgamos con el antes muertos que sencillos)...


...ni los matamoscas entranhables...


...ni el utilisisisimo, pero pesado de cargar hombredentrodeunacaja...


...asi pues, otra vez decepcionados, partimos en busca lugares mas acorde con nuestros gustos. Caminando y caminando, llegamos a la loada estatua de los beatles en busca de los de Liverpool, y nos encontramos con esto...


...debieron retratar al cuarto o quinto beatle, porque de los otros cuatro no se parecia a ninguno. Probablemente avergonzados por su poca consideracion con tan ilustre personaje, colocaron este calefactor (que se puede observar al fondo de la imagen anterior) para hacerle mas llevaderas las frias jornadas invernales (no encontramos otro motivo).


Y poco mas podiamos hacer ya por estos lares, asi que tomamos el primer tren al pais de los rollitos de primavera. Ya oliamos a salsa de soja (quiza despues de varias horas de viaje seria mas exacto decir que apestabamos a cerdo agridulce) cuando, cuidadosamente nos elevaron estado dentro del tren para cambiar las ruedas y adaptarlas al ancho de vias del pais mas poblado del mundo (no sabemos si la diferencia se debe al miedo a una invasion, o porque las compraron en un todo a 100, les salio rana, y claro, luego no vas a comprar de nuevo, que son muchos kilometros de red ferroviaria)...


...El caso es que ya podiamos sebtir que llegabamos al pais de la eterna felicidad, hasta las tazas de WC cambiaron el semblante al adivinar cerca la frontera, hasta ellas nos sonreian...


...txau.

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